La mediocampista acaba de cumplir 200 partidos con la camiseta del "Tiburón". Es una de las referentes de un equipo que en la ciudad cosechó varios títulos y tiene un apellido vinculado a la historia del club ya que su padre, Francisco, jugó y fue campeón con Aldosivi en los 90.
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Lorena Cortadi llegó a los 200 partidos con Aldosivi

La mediocampista acaba de cumplir 200 partidos con la camiseta del "Tiburón". Es una de las referentes de un equipo que en la ciudad cosechó varios títulos y tiene un apellido vinculado a la historia del club ya que su padre, Francisco, jugó y fue campeón con Aldosivi en los 90.

Lorena Cortadi llegó a los 200 partidos con Aldosivi

Lorena Cortadi, una de las referentes del fútbol femenino en Mar del Plata, cumplió 200 partidos vistiendo la camiseta de Aldosivi.

Lorena llegó al club en 2014 junto al coordinador Marcelo Rodríguez, provenientes de Banfield. Según cuenta en diálogo con aldosivi.com, se inició jugando torneos de fútbol indoor con su equipo de barrio en El Siciliano.

"A mi me gustó jugar a la pelota de toda la vida. Lo llevo en la sangre. Jugaba con mis hermanos, con mis primos... Después, por suerte, se hizo más natural lo del fútbol femenino y podíamos jugar entre nosotras", admite.

El salto al césped lo dio al incorporarse a General Mitre. De allí pasó al Taladro y desde hace 8 años se convirtió en referencia del fútbol femenino de Aldosivi.

"Empecé en El Siciliano jugando papi fútbol. Los famosos torneos sintéticos de mujeres. En ese momento eran pocos equipos. y De ahí a Mitre para jugar en cancha de once. Arranqué de "8" y después Marcelo me corrió de "doble cinco". No el tapón porque me cuesta más la marca. Igual yo no tengo problema en jugar donde sea o necesite el equipo", remarca. 

"Todo lo que sé del fútbol de once lo aprendí con Marcelo y trato de seguir aprendiendo siempre a pesar de los 34 años que tengo. Yo no me se nada. Esto va avanzando y hay que seguir aprendiendo. No quedarse o creer que uno se las sabe todas", aclara Lorena, que además de jugar alterna los pocos ratos libres que le deja el trabajo y la vida que comparte con su hijo Bastian, con los entrenamientos y la dirección técnica de algunos equipos de fútbol de salón.


"Yo dirijo un equipo de varones de futsal en torneos comerciales. Y hay pibes de 16 a 30 años. Me respetan. Dirijo un equipo de veteranos también. Tengo un grupo de jugadores respetuoso. Por ahora soy la única pero estaría bueno que haya más chicas dirigiendo varones", se entusiasma. 

"Yo lo hago de Cortadi, como le digo a mi papá, de caradura. A mi me encanta dirigir", acota con una sonrisa.

Su padre no es otro que Francisco Cortadi. "El Cato" jugó en el Tiburón entre 1994 y 1998. Integró el equipo que fue campeón de la Liga Marplatense de Fútbol en 1994, fue titular en el recordado 13 a 0 ante Alvarado y jugó en la institución las dos primeras temporadas en el Nacional B (96/97 y 97/98).

"Yo ya sé que el día que no juegue más voy a seguir por acá, por el lado de dirigir. Cuando a uno le gusta y le apasiona esto no puede dejarlo porque el físico no te da. Uno se puede preparar para seguir vinculado desde otro lado", avisa dejando en claro que el fútbol la seguirá acompañando.


"Me agarró en un momento sensible de mi vida. No tenía presente que llegaba a los 200 partidos. Cuando fueron los 100 lo esperaba pero esta vez me sorprendió. Fue justo en el partido contra Alvarado", confiesa.


"En la competencia interna se ve una evolución. Por ahora sigue siendo una competencia más pareja con General Urquiza y San José. Pero Kimberley y Alvarado están trabajando bien y van evolucionando. El resto de los equipos por ahí va emparejando desde lo físico", explica sobre el crecimiento del fútbol en la liga local.

"A mi siempre me gustó entrenar así que si tengo que venir a entrenar cinco días a la semana lo hago sin problemas. Por ahí se complica por el laburo, o porque algunas tenemos hijos. Pero si uno pudiese vivir al 100% para el fútbol estaríamos al nivel de los equipos de Buenos Aires" asegura. 

"Me hubiese encantado que todo este momento que vive el fútbol femenino hubiese llegado un poco antes. Cuando tenía 25 años. Hoy me gustaría que se de lo de jugar en AFA por lo colectivo, por las chicas, por el club, por el crecimiento que significaría en Mar del Plata. Yo voy a acompañar obvio hasta que me de el físico y la cabeza. Después siempre hablo con Marce que me gustaría seguir en el cuerpo técnico o dando una mano", insiste con una idea que tiene más que clara. Lorena Cortadi y el fútbol parecen estar unidos de por vida.